La sanidad pública valenciana es un modelo de éxito. La reversión de las privatizaciones del PP, la eliminación de copagos y la estrategia de vacunación frente al COVID-19 son buenos ejemplos de ello. El Consell de Ximo Puig ha superado la hipoteca reputacional del PP que dejó una sanidad pública bajo mínimos y víctima de numerosos recortes económicos. Ahora, el sistema sanitario valenciano se basa en un pilar fundamental: su acceso universal, un principio instaurado con la llegada del PSPV-PSOE a la Generalitat en 2015.

Casi 170.000 ciudadanos han accedido durante este periodo a la sanidad pública valenciana. Reciben una atención sanitaria de calidad cuando antes eran directamente excluidos del sistema con el Consell del PP. Se trata de personas procedentes de Colombia, Ucrania y Marruecos, entre otros países. El 57% de los nuevos usuarios de la sanidad son mujeres y el 43% restante hombres. Con el Consell de Ximo Puig, se pasa de un modelo de exclusión sanitaria a otro abierto, diverso y respetuoso con todos los pacientes, sin importar su lugar de procedencia.

153M€ para tratamientos específicos

La Conselleria de Sanidad Universal, liderada por el especialista Miguel Mínguez, invertirá más de 153M€ en la adquisición de medicamentos para el tratamiento de algunas de las enfermedades que requieren una más rápida actuación. Se trata de la leucemia, el cáncer de mama metastásico, la psoriasis y la enfermedad de Crohn, entre otras dolencias.

Para ello se han suscrito sendos contratos con las farmacéuticas Janssen y Pfizer. El objetivo es mejorar la atención sanitaria pública que reciben los pacientes de estas patologías. El Consell de Ximo Puig siempre basa sus políticas como un proyecto para la mayoría, que no deja a nadie atrás, y que da respuesta a las necesidades del conjunto de la sociedad.