El mantra que tanto repiten los partidos de la derecha ha quedado totalmente desmontado en los últimos tiempos. No gestionan mejor la economía ni son garantes de progreso. Tras siete años de Consell de Ximo Puig, una crisis sanitaria mundial y una guerra, todos los indicadores económicos y sociales de la Comunitat Valenciana son mejores que en el año 2015.

Solo hace falta echarles un vistazo a los datos: hemos crecido en empleo, en derechos y en libertades. Ejemplo de ello es, por ejemplo, la cifra récord de 2.045.000 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, la reducción de la tasa de paro del 23,03% al 12,85% o la disminución a la mitad del paro juvenil.

Tres datos que reflejan cómo han cambiado las cosas desde que el Partido Popular no está en las instituciones. Además, cabe destacar que durante este tiempo nuestra imagen hacia el exterior también ha mejorado: hemos acabado con la hipoteca reputacional que nos dejó la derecha, incrementado las exportaciones, que actualmente alcanzan un valor de 32.413 millones de euros, 8.000 millones más que en 2015.

Asimismo, en materia educativa se ha reducido la ratio por alumno y se ha pasado de 25,5 a 20,7 alumnos por aula e incrementado el personal docente en más de 12.000 profesionales. En el ámbito universitario también se han aumento las becas hasta alcanzar los 68.218 estudiantes beneficiarios.

Una tendencia de mejora que también se ve reflejado en la mejora de la protección social alcanzada en estos 7 años: 124.080 beneficiarios del sistema de la dependencia, frente a los 41.662 existentes en 2015; a las 75.493 personas receptoras de la Renta de Inclusión, frente a las 23.645 que recibían esta ayuda, así como a la creación del Ingreso Mínimo Vital que actualmente beneficia a 141.729 personas.