El Consell de Ximo Puig redobla su compromiso con el sector cerámico de la Comunitat Valenciana al completar las ayudas directas del Estado para llegar hasta los 500.000 euros por empresa. Una medida que persigue ayudar al sector a hacer frente al aumento de los costes energéticos como consecuencia de la invasión de Ucrania.

Así, el president y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, reivindica una acción “potente” por parte del Ejecutivo estatal, y ante las instituciones europeas, para obtener el máximo apoyo económico con el que compensar el alza de los precios energéticos. “Hasta donde podamos llegar en la complementariedad lo haremos”, ha subrayado el president durante su visita a la ciudad italiana de Bolonia.

El sector encara, desde 2021, un incremento continuado de los costes energéticos, lo que supone una amenaza para su viabilidad económica. Por ello, remarca Ximo Puig, necesitan “respuestas por parte del Gobierno de España y de Europa, puesto que cada día que pasa entraña no solo pérdida de competitividad, sino incluso riesgo de cierre de empresas”.

En este sentido, el presidente recuerda que, dentro del plan estatal de respuesta al impacto económico y social de la guerra, se contemplan ayudas que pueden llegar, según la intensidad de consumo de gas, a 400.000 euros por empresa. Destaca, asimismo, que la Generalitat arbitrará acciones para completarlas y elevar el límite hasta los 500.000 euros.

Financiación del sobrecoste energético

Ximo Puig defiende la necesidad de avanzar en acciones como la que se está aplicando en Italia, donde han adoptado medidas para financiar el 30 % del sobrecoste energético. Subraya también la importancia de “visibilizar” al sector cerámico como clave en la pujanza económica de la UE, a través de iniciativas como el “frente común”, acordado en esta misma misión institucional con la región de Emilia-Romaña, para reclamar tanto medidas inmediatas como acciones estructurales.

Con todo, el presidente reivindica además un alineamiento de las ayudas que reciben las empresas gasointensivas en la Unión Europea, así como una posición global común. No puede haber en Europa diferencias en las ayudas que reciben las empresas porque genera distorsión de la competencia.