- El president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, presenta el proyecto de la nueva sede judicial con el nombre de Rafael Altamira
- Ximo Puig destaca la apuesta del Gobierno valenciano por crear 3.000 nuevas plazas para la Administración de Justicia, por un nuevo sistema de gestión procesal con vistas telemáticas, y por la mejora de la eficiencia energética
La ciudad de Alicante tendrá una nueva sede judicial el 2025. Ese es el compromiso del Consell de Ximo Puig, quien esta misma semana ha presentado el proyecto de la Ciudad de la Justicia. Se han destinado 86 millones de euros y escogido el nombre de Rafael Altamira, el prestigioso jurista alicantino que participó en la puesta en marcha del Tribunal de la Haya.
La nueva infraestructura, explica el president, supondrá la mayor inversión en una sede judicial de los últimos veinte años, lo que la convertirá en «símbolo de una justicia eficiente, moderna y próxima». Todo ello se suma a lo invertido en infraestructuras judiciales en estos últimos años. El presupuesto de la Conselleria de Justicia para la mejora de las sedes judiciales se ha multiplicado por 6 desde 2015, pasando de 10 a 60 millones de euros.
Una apuesta por la justicia que se suma a la de fortalecer la plantilla de estos trabajadores públicos. Los objetivos comprometidos son la creación de 3.000 nuevas plazas para este sector tan esencial de la administración, un nuevo sistema de gestión procesal con vistas telemáticas, y la mejora de la eficiencia energética.
Ciudad de la Justicia Rafael Altamira
Este proyecto está incluido en el Plan de Infraestructuras Judiciales de la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública, y su construcción se iniciará en el último trimestre de este mismo año. Se ubicará frente a los actuales juzgados de Benalúa y tendrá una superficie de 48.000 m2. En este edificio se unificarán la mayor parte de los órganos del partido judicial de Alicante, que ahora mismo están repartidos en diez sedes diferentes.
El nombre de Rafael Altamira (1866-1951), que llevará este Ciudad de la Justicia, recuerda a quien fue uno de los fundadores del Tribunal Internacional de La Haya. Prestigioso jurista alicantino, fue propuesto hasta en seis ocasiones a recibir el Premio Nobel de Literatura o el de la Paz. Murió en el exilio en México tras huir de España, por la Guerra Civil; y de Francia, por la persecución nazi.